“Mis Chilenos” de Ximena Hinzpeter

Desde hace cinco años recorro los márgenes de la capital fotografiando

caminantes. Mi punto neurálgico de mi proyecto es el puente La Paz. Me ha llevado una

curiosidad apasionada por el otro, amor por el rostro ajeno, mudo, puro rostro, sin

palabras, no hablo con nadie, aunque más cerca, mejor porque nadie de cerca es normal

dicen.

Quizá qué afán inconsciente se esconde detrás de mi afán por el prójimo, por su

cara desprevenida, asustada, sin pose. La cara del prójimo es lo que inevitablemente mi

lente persigue. Son todos retratos cándidos que rehúyen las poses, en general me voy

cuando alguien me busca el lente, me gusta sorprender a mis fotografiados, robarles su

mirada más íntima, más descolocada, menos controlada.

Yo nunca he vivido en los barrios que camino, pero me siento muy cómoda en ellos

pese a que cada cinco minutos alguien se detiene a advertirme que me van a robar y que,

de hecho, me han robado. ¿Por qué? porque hay vida, hay muerte, hay carros fúnebres,

hay locos, ciegos, inválidos, hay gente de todas las formas y colores, no es la uniformidad

muerta de los barrios de la clase alta.

Me gusta mucho el ángulo desde el suelo, yo mirando hacia arriba al fotografiado,

para empoderarlo, para enaltecerlo, como una niña husmeando a los adultos que la

rodean. Hay aquí, seguro, como en todo trabajo artístico, una búsqueda de infancia, algo

que por ahí se me quedó pegado y que busco y busco y busco incansable en todos mis

disparos.

Edito mucho, para embellecer y autentificar a mis fotografiados.

El resultado es un compendio de nuestra nueva pobreza urbana. Una pobreza

colorida llena de tintes de pelo de diferentes tonalidades, uñas acrílicas, pestañas postizas,

collares, pulseras, piercings, orejas como colador, tatuajes, frenillos, marcas de lujo

falsas… Son los nuevos pobres en Santiago.

Soy periodista de la Universidad Católica. Tengo un diplomado en Psicoanálisis en

la Universidad Andrés Bello. Trabajé en el Centro de Estudios Públicos, donde se acrecentó

mi amor por los pobres porque los estudiábamos y escribíamos, y luego en el diario El

Mostrador con perfiles humanos. La gente siempre ha sido mi tema.

El 2021 fui ganadora en el concurso Urban Photo Awards y participé del Trieste

Photo Days, un festival de fotografía en el norte de Italia. He publicado tres libros de

fotografía, un libro en Chile con el Hogar de Cristo, Ciudad Somos Todos. Un libro en Italia

con otros nueve elegidos por Bruce Gilden en honor a sus cincuenta años de carrera en la

agencia Magnum, Real People. Y un libro publicado recién en Londres por Bump Books,

Disintegration.